No se conservan “planchas” (trabajos en la Logia) de Blas Infante, ni entre sus papeles personales ni en los archivos de las logias a las que perteneció.
Tampoco existe una obra específica sobre temas masónicos de Blas Infante que conozcamos, excepto un pequeño cuento, no publicado, hallado en Isla Cristina por el investigador Don Manuel Ruiz Romero, que hace referencia a un libro en preparación de Blas Infante, titulado Cigno, del que no tenemos más referencia.
Sin embargo, a lo largo de su obra publicada hay múltiples pasajes de inspiración masónica, muchos de los cuales se citaron aquí ayer y esta mañana, sobre todo en “Ideal Andaluz”, “Cuentos de Animales, “La Dictadura Pedagógica” y “Reelección”, así como en sus inéditos. Uno de los de mayor belleza es el siguiente:
“Mi nacionalismo no consiente, al contrario, estima grotesca la alabanza de un pueblo a sí mismo, tanto como la propia alabanza individual. Mi patriotismo sigue otros derroteros; antes que andaluz, es humano. Creo que por el nacimiento, la Naturaleza no circunscribe un mundo para el nacido, sino que discierne a los soldados de la Vida el lugar donde han de luchar por ella. Yo quiero trabajar por la Causa del espíritu en Andalucía, porque en ella vine a nacer. Si en otra parte me encontrare, me esforzaría por esta Causa con igual fuerza. Si combato contra los que enjuiciaron livianamente a este país (Andalucía), tengan presente que no lo hago por la Patria, sino por la Verdad” (Manuscrito AEE (1-2)[i]
Estanislao Naranjo Infante.
[i] Referencia tomada en “Blas Infante, Toda su Verdad”, Enrique Iniesta Collaut-Valera, Tomo I, Editorial Comares., Granada 2.000, pág 135 y 136.